No es realmente una casualidad que este blog dedique dos crónicas en la misma semana a la transformación digital de la banca española. Es un tema de absoluta actualidad, que en esta ocasión se aborda a través de una entrevista con Sandra Ariza Molina, que dirige la estrategia de negocio de la filial del grupo Atos con el sector financiero. Promemoria: de los 9.051 millones de euros facturados globalmente en 2014, unos 1.600 millones fueron generados por el sector financiero. Extrapolando cifras del mercado español, el autor deduce que fueron 102 de los 330 millones de euros ingresados. No obstante, lo que justificaba la entrevista no era tanto el volumen cuanto la tendencia de este mercado.
Malo sería que la banca española no fuera relevante para el negocio de Atos, pero ¿en qué medida lo es?
Muy relevante. Para la compañía, el sector financiero representa el 18% de su cifra de negocios global, pero en España todavía más, el 31% de la facturación de Atos Iberia. En lo que me toca. el mercado ibérico ocupa el 90% de mi actividad, si bien dentro de la estructura global tengo relación con los colegas de América Latina, por la fuerte presencia de entidades españolas en la región.
Esa diferencia entre 18% y 31% es muy amplia ¿A qué se debe?
Como sabrá, el grupo Atos se ha ido configurando por fusiones y adquisiciones, de modo que es lógico que cada mercado tenga un perfil distinto. En general, en España hemos estado menos volcados a la industria que otras filiales. La incorporación de compañías a lo largo de los años ha volcado un peso mayor sobre el sector financiero, pero he de decir que tenemos una actividad importante de integración de sistemas y de consultoría relacionada con las infraestructuras en otros sectores. En lo que mi unidad de negocio respecta, estamos siempre al filo de las nuevas tendencias y tecnologías que surgen en torno a la idea de transformación digital. Lo que nuestro CEO, Thierry Breton, tiene dicho es que la vocación de Atos es de liderazgo en servicios digitales, no sólo en Europa sino a escala global, y la reciente adquisición de Xerox ITO [pendiente de integración a la fecha de la entrevista] es una prueba de ello. En la banca, queremos ser el partner de referencia para la transformación digital de las entidades.
No me lo diga… poniendo énfasis en Big Data, como casi todos en este sector.
No lo dude. Big Data es uno de los ejes de la transformación digital en el sector financiero, y nosotros llevamos bastantes años trabajando en esa línea. Lo que ocurre es que precisamente el sector financiero no está avanzando en ello todo lo rápido que cabía esperar ni tan acorde con las expectativas generadas. Pero sí existe una cuota alta de experimentación en las potenciales aplicaciones de Big Data en los servicios financieros.
¿Entonces, Big Data es un eje de su actividad con la banca española?
No exactamente. Nuestra presencia en el sector pasa más por el soporte de su negocio actual, el día a día de las entidades financieras. Hay que seguir ahí, porque nos necesitan, y porque nuestro primer y principal ámbito de colaboración con la banca está en los sistemas core, tanto en mantenimiento como en desarrollo de aplicaciones, o bien en la gestión de sus infraestructuras existentes. Esta es la primera fuente de nuestros ingresos generados por el sector. Al mismo tiempo, ponemos la vista y la estrategia en el día de mañana, tal como están haciendo nuestros clientes: metiéndonos en iniciativas que se están moviendo y en otras que van a venir.
Por tanto, Atos tiene una relación histórica con la banca española…
Con algunos de nuestros mejores clientes desde hace 30 años. En parte proviene de la absorción de Sema Group a comienzos de siglo. Personalmente, llevo 19 años en la compañía, siempre vinculada al sector financiero, o sea que tengo un alto nivel de conocimiento recíproco con los clientes. Se podría llamar histórico.
¿Quiénes son esos clientes?
Pues… todos los bancos top que puede imaginar. No puedo mencionarlos, porque son muy sensibles a la hora de ser referenciados en la prensa. Trabajamos con los principales bancos del país, pero tenemos que ser exquisitamente prudentes con la información que podemos facilitar. Espero que lo entienda […]
Mmm… yo puedo imaginar los nombres, pero no los proyectos en los que trabaja Atos con esos bancos. Así que entenderá que es frustrante que sus clientes sean tan picajosos, cuando tanto predican su propia digitalización.
Para hablar de sus proyectos, antes debería consultar a los departamentos de comunicación. Lo que sí puedo decir es que no estamos de nuevas en el sector, que conocemos bien las tripas de las entidades y, por tanto, tenemos con ellas excelentes relaciones […]
Por eso mismo, ¿podría ser más específica, dentro de un orden? [risas]
Como he dicho, una de nuestras principales actividades es el mantenimiento y desarrollo de aplicaciones de los sistemas core de las entidades, estamos entre los grandes proveedores de la banca y hablo de los top. El balance es menor en la gestión de infraestructuras, aunque desde este año con la incorporación de Bull ha cambiado un poco el perfil, y se nos han abierto oportunidades también en este ámbito.
¿A qué se refiere por gestión de infraestructuras?
A los datacenter. Hasta ahora estábamos más volcados en el mundo de las aplicaciones que en el del hardware y las infraestructuras. La proporción va cambiando.
¿En qué entornos?
En aplicaciones, en todos los entornos, pero sin duda tenemos un perfil muy potente en mainframe, muy relevante históricamente para la banca.
Lo que viene a ser coherente con la integración de Bull.
Sí, por supuesto. Pero también hemos ganado con la capacidad de Bull en las aplicaciones. Desde mi punto de vista, el activo más importante que nos llega con esa adquisición es la otra pata, que nos refuerza especialmente en algo de lo que en Atos teníamos bastante poco, los servicios gestionados. Ahora ya podemos cubrir prácticamente todo el arco de tecnologías, partiendo del front-end sobre máquinas mainframe, que no son muy sexy pero te dan un conocimiento clave del negocio, de los procesos core que es donde realmente está el negocio. Y a partir de ahí aprovechar las nuevas oportunidades.
Con ese bagaje, ¿cómo cree que evoluciona la estrategia de TI de la banca española?
La mayoría de los bancos ya han revisado o replanteado sus plataformas de aplicaciones core, y ahora mismo ponen el foco no en esa evolución sino en lo que ahora se llama transformación digital: nuevas aplicaciones y nuevos canales para abrir nuevos negocios […]
Es decir que lo clásico se da por encajado.
Entiendo que su mayor preocupación es lo que necesitan hacer, qué dirección han de seguir para dar servicio de otra forma y a otros tipos de cliente, en un contexto competitivo que ha cambiado desde que montaron sus sistemas de información..
¿Han recortado el gasto en las aplicaciones convencionales?
Siguen gastando. Mantener una aplicación funcionando es imperativo, y gastan sobre todo para adaptarse al marco regulatorio. Este afecta a la plataforma existente como inversión constante, y por tanto es muy relevante; luego, hay una cuestión siempre candente, la optimización de los costes de mantenimiento, tanto de las aplicaciones como de la infraestructura. Estamos viendo que esa optimización, bien hecha, les permite mayor capacidad de inversión en cosas nuevas, en nuevos modelos. Invertir más en el futuro que en el presente, pero el gasto total de TI desde luego no se ha recortado.
Ha habido unas cuantas experiencias fallidas, pero es materia discutible si la velocidad de cambio es adecuada cuando tienen que innovar sin desarraigarse.
Por eso mismo estamos poniendo mucho foco en Big Data. Los ingresos actuales se sustentan en las aplicaciones, tal vez porque las entidades no están yendo suficientemente rápido en el desarrollo de Big Data. Son modelos de negocio que han aflorado en otros antes que en los bancos, empresas que no están sujetas a una regulación comparable ni corren los mismos riesgos de reputación. Estos son factores que ralentizan, pero no frenan, la búsqueda y puesta en marcha de negocios y casos de uso en torno a los datos. Sin embargo, hay conciencia de que son una necesidad competitiva, no sólo entre los bancos. Porque aparecen nuevos competidores, como usted sabe.
Siendo así las cosas, ¿cómo se enfrenta Atos a Big Data?
Fundamentalmente, acompañando a los clientes. Tenemos muchas sesiones con ellos para identificar estas ideas; algunas aplicaciones son más evidentes que otras, y no son invasivas de la intimidad de los clientes. El uso de los datos es materia delicada desde el punto de vista regulatorio, de manera que vamos avanzando por donde menos problemas podemos encontrar. Por ejemplo, el cálculo de primas de riesgo en operaciones muy complejas, requiere el tratamiento de grandes volúmenes de datos, de una variedad de fuentes y hay que hacerlo en muy poco tiempo. En esto, trabajamos con nuestra experiencia analítica pero echamos mano de la tecnología de Bull en supercomputación.
Por lo que parece, la adquisición de Bull ha sido fundamental…
Así es, pero también en la banca española trabajamos con otra compañía del grupo, Worldline, especializada en e-payment y en modelos de negocio transaccionales. En todo el mundo procesa del orden de 2,5 billones de pagos al año, por lo que es una fuente de conocimiento para producir soluciones analíticas. Por cierto, la prevención del fraude en medios de pago es una actividad que estamos impulsando, y es otra de las aplicaciones más evidentes de Big Data.
Si no he entendido mal, Atos se ha preparado en espera de que los clientes muestren la patita…
En realidad, ambas partes construímos en conjunto. Es normal que la tecnología vaya por delante de la demanda. Algunas entidades ya se han hecho con ella y ahora se preguntan para qué usar la tecnología y cómo hacerlo obteniendo un retorno. Generar demanda es un trabajo en común y cada día avanzamos, ellos y nosotros.
¿Tiene la impresión de que las entidades españolas están más predispuestas?
Si lo pregunta comparativamente, la banca española siempre ha ido un poco por delante que la de otros países, y lo he contrastado con colegas de otras empresas del grupo Atos. No es que otros bancos europeos no sean innovadores, no digo eso, sino que los españoles tienen a gala una tradición de ser pioneros.
Me pica la curiosidad de saber si la banca continental está más o menos avanzada que la británica, que se ha pegado unos batacazos que se achacan a la falta de innovación…
No estoy en condiciones de juzgar con detalles, pero mi impresión es que no hay mucha diferencia operativa. Lo que sé es que Atos ha trabajado con un gran banco británico en la puesta en marcha de nuevos conceptos, y por lo que me han dicho, con mucho éxito.